Dispensadores de protección periódica en escuelas

Dispensadores de toallas sanitarias en escuelas: Soluciones higiénicas y accesibles

Sólo el 15%
de las chicas había oído hablar de la menstruación en la escuela antes de tenerla

Kostenloser Tamponautomat für Menstruationsprodukte

¿Por qué hay que instalar un dispensador de almohadillas en las escuelas?

Esta cifra nos muestra que es importante comunicar más sobre el tema de la menstruación, que sigue siendo considerado tabú por el 73% de las jóvenes. A menudo, la primera menstruación llega cuando las niñas están en la escuela y no siempre llevan protección menstrual. Algunas niñas ni siquiera saben lo que es la menstruación hasta que la tienen por primera vez.

Tienen que preguntar a sus amigas o ir a la enfermera. Algunas, por vergüenza o timidez, prefieren no decir nada y optan por utilizar papel higiénico o otro material inadecuado hasta que llegan a casa. También, los escolares se burlan mucho de la menstruación y las chicas se sienten a veces avergonzadas por tener sus reglas, por esto, no se atreven a decir nada y prefieren irse a casa o buscar una alternativa para ese día.

Descubra nuestros dispensador de compresas, diseñados para garantizar una solución higiénica, discreta y accesible, ayudando a las estudiantes a sentirse cómodas y seguras durante su ciclo menstrual en la escuela.

La instalación de un dispensador de tampones en tu centro escolar permitirá a tus alumnas encontrar una solución discreta y adecuada, para que se sientan más cómodas durante su jornada escolar cuando estén menstruanda. Además, también puedes utilizar estos dispensadores de compresas para comunicar sobre la menstruación, colocando pequeños carteles cerca del dispensador. Por lo tanto, te aconsejamos que coloques los dispensadores

Nuestros dispensadores adaptados a sus necesidades

Wall-mounted sanitary napkin dispenser

El dispensador de compresas de una columna

El dispensador de compresas de una columna es el más popular en los centros de enseñanza secundaria. Las chicas jóvenes suelen preferir las compresas a los tampones cuando empiezan a menstruar porque son muy fáciles de usar.

Comprar este dispensador

Para obtener información completa sobre la salud menstrual, explora los siguientes recursos de confianza:

Para obtener más información sobre la salud y la higiene de las mujeres en España, el sitio del Instituto de las Mujeres (Instituto de las Mujeres) es una fuente confiable y completa. Aquí puedes encontrar recursos y datos sobre temas como la salud reproductiva, los derechos de las mujeres, y la prevención de la precariedad menstrual. Visita su página web para explorar todos estos temas y mucho más: inmujeres.gob.es.

Mejorar el bienestar del alumnado y hacer los campus y las escuelas más inclusivos gracias a los dispenser per assorbenti e tamponi

La cuestión del acceso a los productos de higiene menstrual en los centros escolares y universitarios ya no es solo un asunto de salud pública: se ha convertido en un tema de sociedad, de bienestar y de inclusión. En un momento en que la pobreza menstrual sigue afectando a millones de jóvenes en todo el mundo, la provisión gratuita de compresas y tampones a través de dispensador de compresas y tampones instalados en escuelas, colegios, institutos y universidades representa un avance importante. Esta medida no solo mejora el día a día del alumnado menstruante, sino que también contribuye a romper los tabúes y a promover la igualdad de oportunidades.

Mejorar el bienestar del alumnado gracias a los dispensador de higiene femenina en los centros educativos

Una cuestión de salud pública

La menstruación forma parte del ciclo biológico normal de la mitad de la población mundial. Sin embargo, muchas jóvenes no tienen un acceso suficiente, regular o digno a productos de higiene menstrual, lo que conlleva consecuencias concretas para su salud, su asistencia escolar y su concentración.

Según un estudio de la UNESCO, 1 de cada 10 niñas en el mundo faltaría a la escuela durante su menstruación por no contar con productos adecuados. En Francia, un estudio del IFOP (2021) mostró que casi el 13 % de las mujeres menores de 25 años ya han faltado a clase o reducido su asistencia a la escuela o la universidad por razones relacionadas con su menstruación. Estas ausencias repetidas pueden tener un impacto directo en el rendimiento académico y la autoestima.

La presencia de dispensador de compresas en los centros escolares permite eliminar un obstáculo importante para la escolarización: el miedo a tener la regla sin estar preparada o la imposibilidad de gestionarla de forma digna.

Reducción de la ansiedad y de la estigmatización

Tener la regla sin tener una compresa o un tampón disponible puede provocar una gran ansiedad: miedo a manchar la ropa, vergüenza ante los demás, necesidad de abandonar la clase de forma precipitada… Esta situación, aún frecuente, afecta a la concentración, a la atención en clase y al bienestar general.

Los dispensador de productos menstruales instalados en los baños escolares o universitarios permiten una gestión discreta, autónoma y rápida de estas situaciones. Esto reduce la dependencia del entorno (compañeros/as o personal) y evita situaciones de vergüenza o incomodidad.

Además, la mera presencia de estos dispensador de productos para la menstruacion envía un mensaje contundente: la menstruación ya no es un tabú, se reconoce como una realidad normal que debe tenerse en cuenta en las infraestructuras. Esto contribuye a desdramatizar el tema y a crear un entorno más propicio para el diálogo.

Luchar contra la pobreza menstrual

La pobreza menstrual es una forma específica de precariedad, que se manifiesta en la dificultad de acceso regular y suficiente a productos de higiene menstrual por razones económicas. En el caso de las estudiantes, a menudo sin ingresos o con pocos recursos, esta problemática es especialmente acentuada.

Según una encuesta realizada por la asociación Règles Élémentaires, cerca de 1 de cada 3 estudiantes ha tenido que elegir entre comprar productos menstruales o cubrir otra necesidad básica (como comida o transporte). Esta realidad tiene consecuencias muy concretas: uso prolongado de productos, utilización de medios alternativos inadecuados (papel higiénico, calcetines, periódicos…), infecciones, incomodidad.

El acceso gratuito a productos a través de dispensador de tampones es, por tanto, una medida de justicia social, al mismo nivel que el acceso al agua potable o al jabón en los baños. Permite garantizar la dignidad de las personas menstruantes, independientemente de sus recursos económicos.

Hacer los campus más inclusivos gracias a los dispensador gratuito de productos de higiene intima

Una iniciativa a favor de la igualdad de género

La inclusión no se limita a responder a necesidades prácticas: implica reconocer las desigualdades existentes y establecer mecanismos correctivos. El hecho de que únicamente las personas menstruantes en su mayoría mujeres deban asumir el coste y la gestión de su menstruación representa una desigualdad estructural, a menudo invisible.

Ofrecer productos de higiene menstrual de forma gratuita en los campus permite reconocer esa desigualdad y responder a ella de manera concreta. Es un paso hacia una verdadera igualdad de género en el acceso a la educación y en las condiciones de aprendizaje.

Además, la instalación de estos dispensador de compresas y tampons refuerza la visibilidad de las cuestiones relacionadas con la salud menstrual, que a menudo se ignoran o se relegan en las políticas públicas.

Incluir a todas las personas menstruantes

Este enfoque inclusivo permite reducir las discriminaciones y atender las necesidades de todas las personas afectadas, sin forzarlas a elegir entre su seguridad y su dignidad. También contribuye a crear un entorno educativo acogedor y respetuoso con cada persona.
Algunas instituciones ya han puesto en marcha este tipo de iniciativas, especialmente en Canadá, Suecia o ciertos campus universitarios estadounidenses, donde se han instalado Dispensador de compresas en baños mixtos o en la entrada de los edificios. Estas decisiones son importantes para no invisibilizar a parte del alumnado.

Una medida alineada con los valores educativos y ciudadanos

La educación no se limita a la transmisión de conocimientos, sino que también busca formar ciudadanas responsables, conscientes de los retos sociales, sanitarios y medioambientales.
Implementar dispensador de higiene femenina responde a una lógica educativa integral:

  • Fomenta que las jóvenes hablen libremente sobre la menstruación, sin vergüenza ni incomodidad.
  • Promueve la solidaridad y la toma de conciencia colectiva sobre las desigualdades ligadas a la menstruación.
  • Permite integrar acciones de sensibilización sobre el ciclo menstrual, la salud íntima y la ecología (por ejemplo, proponiendo productos reutilizables o compostables).

Los dispensador de productos menstruales también pueden convertirse en herramientas pedagógicas: carteles, códigos QR o folletos informativos colocados cerca pueden informar al estudiantado sobre el ciclo menstrual, la precariedad, los distintos tipos de productos, etc. Son recursos clave para una educación en salud completa e inclusiva.

Ejemplos inspiradores y una dinámica que debe reforzarse en los centros educativos

De las iniciativas locales a las políticas nacionales

En todo el mundo, muchos países han adoptado medidas concretas para combatir la pobreza menstrual y fomentar la inclusión en las escuelas y universidades.

  • Escocia: En 2020, Escocia se convirtió en el primer país del mundo en garantizar por ley el acceso gratuito a productos menstruales en todos los espacios públicos, incluidas las escuelas, universidades, bibliotecas y centros comunitarios. Esta iniciativa, aprobada por unanimidad en el Parlamento escocés, ha sido reconocida como un modelo internacional.
  • Nueva Zelanda: Desde 2021, el gobierno neozelandés proporciona compresas y tampones gratuitos en todas las escuelas públicas. Esta medida busca eliminar las barreras económicas que afectan la escolarización de las niñas y forma parte de una estrategia más amplia para reducir las desigualdades sociales.
  • Kenia: Desde 2011, Kenia cuenta con una política de distribución gratuita de productos de higiene menstrual en las escuelas públicas. El país fue pionero en África en este ámbito, integrando la lucha contra la pobreza menstrual en sus políticas educativas y sanitarias.
  • Estados Unidos: Varios estados como Nueva York, California o Illinois han hecho obligatoria la disponibilidad de productos menstruales gratuitos en las escuelas públicas. Algunas universidades, como Harvard y Stanford, también han instalado dispensador de tampones gratuitos accesibles para todas las estudiantes.

Estos ejemplos reflejan una creciente toma de conciencia global sobre la salud menstrual y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación. Desde la lucha contra la precariedad hasta la implementación de políticas inclusivas, se observa una evolución significativa, en la que las iniciativas locales se transforman progresivamente en normas institucionales o legislativas a gran escala.

Retos a afrontar para lograr una eficacia duradera

Aunque la instalación de dispensadores gratuitos representa un avance considerable, también requiere una gestión cuidadosa para evitar la falta de suministro, el mal uso o la instalación de equipos inadecuados.

Algunos elementos clave para garantizar la eficacia del sistema:

  • Elegir una ubicación adecuada: dentro de los baños, en un lugar discreto, accesible sin supervisión.
  • Adaptar la oferta de productos: proporcionar varios tipos (compresas, tampones con y sin aplicador).
  • Garantizar el reabastecimiento regular: designar personal responsable o contratar a un proveedor externo para evitar la escasez.
  • Involucrar al alumnado: a través de encuestas, comités o talleres de sensibilización.

Por último, para asegurar un impacto sostenible, es fundamental que la distribución gratuita se acompañe de educación, comunicación y una visión inclusiva compartida por toda la comunidad educativa.

dispensador de compresas y tampones en escuelas