Introducción:

En el mundo actual, la pobreza menstrual persiste como un problema crítico que afecta a innumerables mujeres en todo el mundo. Se calcula que 500 millones de mujeres carecen de acceso a productos menstruales esenciales y a instalaciones adecuadas para gestionar su higiene durante el periodo. Para vivir cómodamente sus ciclos menstruales, las mujeres necesitan acceso a agua, productos menstruales asequibles como compresas y tampones, así como información sobre buenas prácticas, todo ello en un entorno de apoyo y sin estigmas. Lamentablemente, este sistema de apoyo esencial sigue estando fuera del alcance de 500 millones de mujeres en todo el mundo. Veamos algunas estadísticas cruciales sobre la pobreza menstrual en distintas partes del mundo.

Estadísticas en EE.UU

En Estados Unidos, la pobreza menstrual es una dura realidad para muchas mujeres. Las investigaciones indican que aproximadamente 1 de cada 5 niñas estadounidenses ha abandonado prematuramente la escuela o ha faltado por completo debido a la falta de acceso a productos menstruales. Además, una encuesta realizada por la aplicación de seguimiento de la menstruación Clue reveló que 1 de cada 4 mujeres tenía dificultades para costearse los productos menstruales. Estas estadísticas subrayan el impacto generalizado de la pobreza menstrual incluso en países desarrollados con infraestructuras y recursos aparentemente sólidos.

Estadísticas en Nigeria

Si nos centramos en Nigeria, las estadísticas presentan un panorama igualmente desolador. Se calcula que en 2022, 37 millones de mujeres nigerianas, lo que representa aproximadamente un tercio de la población femenina, sufrirán pobreza menstrual. Estas mujeres carecen de medios económicos para permitirse productos menstruales o acceder a instalaciones de higiene esenciales. Las consecuencias de la pobreza menstrual en Nigeria van más allá de la mera incomodidad, y afectan a la salud, la educación y la calidad de vida general de las mujeres.

Estadísticas en la India 

Se calcula que en la India más de 300 millones de mujeres y niñas carecen de acceso a productos de higiene menstrual. Según un estudio de AC Nielsen, sólo el 12% de las mujeres de la India tienen acceso a productos sanitarios, lo que deja a la inmensa mayoría sin opciones adecuadas de gestión de la higiene menstrual. 1 de cada 10 chicas menores de 21 años no puede permitirse productos sanitarios. Como consecuencia, se ven obligadas a utilizar prendas de vestir u otros artículos durante su periodo, lo que aumenta el riesgo de infección.

Estadísticas en Kenia 

En Kenia, aproximadamente el 65% de las mujeres y niñas no pueden permitirse productos de higiene menstrual. Las niñas y mujeres afirman que a menudo faltan a la escuela por este problema. La falta de acceso a productos menstruales es un obstáculo importante para la educación, y la UNESCO informa de que 1 de cada 10 niñas africanas falta a la escuela durante su periodo debido a la falta de instalaciones adecuadas para la higiene menstrual.

Estadísticas en Sudáfrica

En Sudáfrica, se calcula que más de 7 millones de niñas faltan a la escuela cada mes porque no pueden permitirse compresas higiénicas. El elevado coste de los productos menstruales en relación con los niveles de ingresos en Sudáfrica contribuye al problema generalizado de la pobreza menstrual entre las comunidades desfavorecidas.

Estadísticas en Brasil

En Brasil, el 29% de las mujeres ya se han quedado sin dinero para comprar productos sanitarios. Además, el 26% de las chicas de entre 15 y 17 años no tienen acceso a productos adecuados para el periodo. Como consecuencia, el 28% de las mujeres han faltado a la escuela. Se calcula que las estudiantes pierden unos 45 días de clase al año debido a la pobreza menstrual. La falta de productos menstruales asequibles afecta de manera desproporcionada a las mujeres y niñas de bajos ingresos en Brasil, exacerbando las desigualdades existentes.

Conclusiones 

Como vemos, las estadísticas sobre pobreza menstrual en todo el mundo revelan una dura realidad para millones de mujeres y niñas. Desde Estados Unidos hasta Nigeria, India, Kenia, Sudáfrica y Brasil, la falta de acceso a productos menstruales e instalaciones higiénicas adecuadas sigue siendo un reto importante. Se necesitan medidas urgentes a todos los niveles para abordar este problema de forma integral. Dando prioridad a la salud menstrual, aplicando políticas de apoyo y fomentando la concienciación, podemos trabajar para garantizar que todas las mujeres y niñas puedan gestionar su periodo con dignidad y comodidad.